Algunas doctrinas de la nueva era enseñan que “En el Universo Todo es Mente” sin embargo, este concepto no es del todo acertado, yo me atrevería a ir mas allá de el y decir que, “En la tierra todo es mente”.
En el Universo, mas allá de la tridimensionalidad de la tierra, Todo es equilibrio, unificación, armonía perfecta. La creación se da en un balance perfecto entre mente y corazón, entre pensamiento y sentimiento, es la forma en que Dios crea la vida, los Universos y los Seres y es el estado de conciencia al que, aquí en la tierra le llaman “Iluminación”, ese es un estado de conciencia al que, todo Ser puede llegar sin esfuerzo con el simple hecho de equilibrar sus polaridades y venciendo al mas grande enemigo que un Ser pueda tener: El miedo.
En la tierra, al igual que en todas partes del Universo, la realidad se crea en base a los pensamientos y percepciones, sin embargo, los seres humanos crean con la mente y se le da muy poca importancia al corazón y al sentimiento. No existe un equilibrio entre los pensamientos y los sentimientos, se permite que la mente tome el control y corra desbocada, pensamiento tras pensamiento, idea tras idea, sin orden, sin sentido, y así, los sentimientos y el corazón terminan siendo únicamente pasajeros en ese tren de pensamientos sin control, experimentando el miedo imperante en el colectivo mental humano en todas sus facetas posibles.
El miedo se manifiesta a si mismo como un conjunto de vibraciones de diferentes niveles y contextos, vibraciones que se manifiestan en nosotros como pensamientos y estados de conciencia, no necesariamente como el sentimiento conocido como “Miedo”. Se puede decir que no se vive en miedo, que realmente se ha salido de este y se controla la mente a voluntad, manejando nuestros pensamientos, controlándolos, manteniendo a la mente entretenida con pensamientos positivos, pero esto no siempre es así, en ocasiones, solemos auto convencernos de que estamos en un nivel superior de conciencia y en realidad, únicamente estamos en otro nivel mas sutil de miedo, repitiendo como loros afirmaciones positivas, sin realmente sentirlas con el corazón.
Se vive en miedo cuando nos es difícil abrir nuestro corazón y conectarnos a nuestro Ser superior.
Se vive en miedo cuando nos es difícil comprender que todos y cada uno de los seres que nos rodean son Dios y una parte de nosotros mismos.
Se vive en miedo cuando tememos por el futuro y no confiamos en el sustento infinito proveniente del universo.
Se vive en miedo cuando no confiamos en que somos Dioses creadores de nuestro entorno, cuando no confiamos en que somos perfectos, libres.
Se vive en miedo cuando dejamos de ser nosotros mismos para encajar en el medio en el cual nos desenvolvemos, cuando adoptamos patrones de conducta aun sin quererlo, únicamente para no sentirnos solos.
Se vive en miedo cuando todo se razona, todo se piensa. Cuando se quiere alcanzar un estado de conciencia superior con el simple hecho de “pensarlo”, razonándolo y así, solo se consigue ver la punta del iceberg. Es difícil vivir la verdad cuando únicamente se trata de comprenderla pensándola. Es difícil encontrar a Dios pensándolo, tratando de encontrarle forma y un lugar a través de la rigidez y tridimensionalidad de la mente y es difícil encontrar la verdadera libertad sin encontrar un equilibrio primeramente en nuestro interior.
Y si, todos y cada uno de nosotros, habitantes de este planeta tierra hemos vivido en el miedo durante mucho tiempo de una u otra forma. Ya que ese es el estado de conciencia imperante en el colectivo mental humano y es a ese colectivo mental al que hemos vividos conectados desde nuestro nacimiento.
Salir del miedo implica desconectarse de la propia mente, aquella parte de nosotros, que, querámoslo o no, esta conectada al colectivo humano, y es que querámoslo o no, nuestra mente se siente muy cómoda en el miedo, en la separación.
No diré que la mente es en absoluto inservible, pues no es así, ella cumple muy bien su función y sin la mente, no podríamos visualizar y darle forma a nuestros sueños. El problema es cuando vivimos únicamente siendo Mente y dejamos de lado al corazón y al sentimiento, la mente es útil, si, pero lo es cuando se logra equilibrarla, cuando es cómplice del corazón para crear realidades maravillosas, cuando, esas realidades las sentimos intensamente en cada nivel de nuestro Ser, mas allá de simplemente pensarlas y visualizarlas.
Se sale del miedo cuando nos permitimos encontrar dentro de nosotros nuestra verdad y nuestra luz, ahí, en nuestro corazón y una vez ahí, nos permitimos equilibrar nuestra mente y pensamientos, logrando que ambos sean pasajeros en el tren de los sentimientos puros provenientes de nuestro corazón.
Cuando dejamos de razonarlo todo y nos tomamos un momento para sentirlo, para conectarnos a la vida y experimentarla en Todo Nuestro Ser.
Se sale del miedo cuando dejamos de buscar a Dios como una experiencia abstracta, para sentirlo y experimentarlo en el ahora, en la simpleza de todo cuanto nos rodea.
Se sale del miedo cuando nos permitimos volver a ser niños y asombrarnos con las maravillas de la naturaleza, de la vida. Cuando nos permitimos jugar y divertirnos dejando a un lado las preocupaciones de la vida cotidiana, dejándonos llevar por las maravillas y los pequeños milagros de la vida.
Se sale del miedo cuando permitimos que al amor inunde nuestro ser y libere nuestro corazón de su prisión creada por los sentimientos de separación, los limites y las corazas.
Se sale del miedo cuando logramos amar mas allá de todo limite a Nosotros mismos y a todo cuanto nos rodea.
Cuando podemos ver y experimentar que todos, absolutamente todos estamos unidos y que la vida se manifiesta de la misma forma y bajo el mismo principio para todos.
Hermanos, esa es la Iluminación! asombrarse de la maravilla que la vida es, que el simple hecho de respirar es un milagro maravilloso y perfecto y que todos somos igual de maravillosos y perfectos porque estamos vivos!!!
Esa es la Iluminación, es un estado de conciencia de absoluta libertad donde podemos experimentarlo Todo en el ahora, sin miedo. Y llega así, de repente cuando nos permitimos salir del miedo y explorar Nuestro Ser y nuestros sentimientos, mas allá de la mente.
Poco a poco, al ir experimentando mas amor y menos miedo, se va ampliando la experiencia de la Iluminación, nos van llegando pequeños chispazos de sabiduría infinita y ancestral cada vez mas grandes, cada vez mas prolongados hasta que nuestra mente se habitúa a ese estado de conciencia y se olvida por completo del miedo desconectándose del colectivo mental humano.
Esa es la iluminación, es tan simple como todo en el Universo y al alcance de Todos y cada Uno de Nosotros! Porque, al final de cuentas, Todos y cada Uno de Nosotros Somos Dios!
Somos bendecidos en amor y alegría!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario