viernes, 17 de agosto de 2012

Almas gemelas





 LAS ALMAS GEMELAS 

        Dios creó un TODO y lo llenó de vida; luego lo  dividió en dos y cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes. Deberían  evolucionar cada una a través de vidas separadas. Así nacieron las almas gemelas, ese es el concepto  de su existencia y la razón del por qué están  separadas.


       Sin embargo, aunque nacemos en cuerpos  diferentes, la unión de esas almas no termina jamás  y a través de muchas reencarnaciones estaremos  juntos, cada una en un escenario diferente, viviendo  vidas paralelas, con las mismas experiencias, pero  no nos reconocemos desde el primer instante porque  falta evolución y por eso necesitamos de otras  relaciones. Pero el reencuentro al final, es  inevitable.


       Las almas gemelas tienen los mismos intereses,  su atracción no es sólo física o sexual y la ternura  ocupa sus instantes y sus miradas. Ese amor  trasciende la edad, la materia, la raza, el credo,  las distancias. Al verse, sienten una infinita  necesidad de abrazarse y besarse y expandir las  energías de sus corazones. Ambas desean crecer  espiritual e intelectualmente, se incentivan  mutuamente por ese crecimiento personal, no existe  entre ellas el egoísmo ni la individualidad y tienen  el deseo, aunque inconsciente, de llevar a cabo su  misión juntos.


       Se complementan en todos los sentidos... ¡casi  piensan lo mismo! Se aceptan, se respetan, hacen  planes para el futuro, se quieren como son. Si se  pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente  aclarar sus malentendidos, con humildad y  generosidad el uno por el otro. Y su amor crecerá  cada día más y más. Se dan cuenta que aunque  separadas han estado buscándose siempre, ahora  comprenden el por qué de la espera, por qué la  alegría de vivir y por qué los corazones no se  cerraron a la llegada del amor, nunca. Sus  experiencias pasadas fueron la preparación para el  reencuentro.


       Las almas gemelas se atraen más fácilmente cuando los dos tienen buen humor, son activos,  vivaces, conversan largamente, la música los  transporta a su lugar original. Buscan el éxtasis y  lo disfrutan. Hacer el amor es una experiencia que  cobra un inusitado significado y en un  indescriptible instante de esa unión, logran  reconocer a través de sus ojos, el alma que estaban  buscando y entonces... ¡sabrás que esa es tu otra  mitad!


       Si estás esperando el amor verdadero debes  activar ese reencuentro, manteniendo la fe en su  llegada, tomando cada experiencia como un paso  adelante, orando, llamándolo y bendiciendo a ese ser  que aún no conoces pero esperas, él también estará  esperando por ti. Cuando la soledad duele más,  aparece al fin. Pueden pasar años, pero en el fondo  de tu corazón, sabrás siempre que existe y cuando  llega, el Planeta entero se confabula a favor de ese  encuentro y comienzan a desencadenarse toda suerte  de acontecimientos para que finalmente estén juntos.


       Si aún no has encontrado tu alma gemela, no te  afanes, aún no es hora, aguarda con fe. Y esperar  con fe, es tener la absoluta certeza de que sucederá  y que esta vez será para siempre... ¡será un amor  eterno!
   

Un abrazo del Alma.






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